Nutrición no es tan solo lo que comes. Parte 2
La semana pasada, en la parte 1 de esta serie, les comenté sobre la importancia del sueño y manejo del stress, en conjunto con algunas recomendaciones para poner ese departamento en orden.
Espero que hayan soltado el vaso un rato y estén listos para dar otro paso que también tiene mucha relevancia.
Nutrición no es tan solo lo que comes - es cómo te lo comes.
Si bien es cierto que eres lo que comes, también eres cómo te lo comes. En nuestro acelere cotidiano, muchos se apresuran mientras comen, no mastican la comida lo suficiente o simplemente la enjuagan pa’ abajo con cualquier bebida. Esas prácticas generan problemas digestivos y también nos hacen comer de más porque, además de que no logramos nutrir al cuerpo correctamente, no damos tiempo a que nuestro cerebro reciba la señal de que estamos satisfechos (o por lo menos no a tiempo). No masticar los alimentos correctamente también provoca bloating y ganancia de peso.
Una buena nutrición no tan solo se trata de alcanzar tus macros y comer alimentos de calidad. Se trata de producir las respuestas hormonales correctas en nuestro organismo, y eso empieza por la masticación.
Yo no tenía boca; tenía una aspiradora.
Cambiar mi manera de comer me costó trabajo. Sin exagerar, no conozco a una persona capaz de comer más rápido que como yo lo hacía. Desde que tengo uso de razón, me siento a comer y es como si al plato le fueran a salir 4 patas para hacer un sprint lejos de mí. Tal vez es parte de como vine programado, pues me han dicho que de bebé me daban a tomar un biberón lleno de leche y, a diferencia de cualquier niño normal, yo me tomaba la vaina entera de un sopetón.
Siempre he amado comer y por esto, independientemente del tiempo disponible, siempre comía muy de prisa. Y a pesar de los boches que me dieron Lolín y Jalín (mis padres), nunca cogí cabeza hasta hace poco. Más de 20 años después, las cosas no habían cambiado mucho. Cada vez que salía a comer con un grupo todos se sorprendían de lo rápido que terminaba mi plato. Me decían que yo tenía una aspiradora en la boca jajaja. (Cabe destacar que aun así, tenía modales en la mesa relativamente buenos, porque ninguna jevita quiere salir con un pana que come un puerco).
Les comparto esto porque a pesar de que comía de prisa por un tema de gusto y costumbre, reconozco que no es lo ideal y después de viejo los efectos negativos de no masticar correctamente han sido más marcados.
La masticación y el sistema digestivo.
Cuando pensamos en el sistema digestivo, usualmente visualizamos estómago y tracto intestinal. Sin embargo, muchos ignoran el hecho de que la digestión inicia en la boca, no en el estómago. Esta es quizás una de las razones más críticas por la cual debemos masticar una cantidad apropiada de veces. Tus dientes, lengua y glándulas salivales trabajan en equipo para que puedas aprovechar los nutrientes correctamente.
Beneficios de masticar correctamente:
1. Absorbes más nutrientes y energía de los alimentos.
2. Es más fácil que mantengas un peso saludable.
3. Tu comida está más expuesta a tu saliva y las enzimas.
4. Mejor y más fácil digestión.
5. Es bueno para tus dientes.
6. Menos exceso de bacteria circulando en tus intestinos.
7. Disfrutas y saboreas más la comida.
Dale una mejor nutrición a tu cuerpo
· Mastica tu comida – No mastiques solo lo suficiente para poder tragar. Toma tu tiempo y mastica hasta que los alimentos formen una especie de pasta en tu boca.
· No tomes líquidos – Evita los líquidos 15 minutos antes y después de tus comidas. Dale a tu estómago suficiente tiempo para absorber los nutrientes ingeridos. No uses los líquidos como reemplazo de tus glándulas salivales.
· Siéntate – Sentarte y relajarte promueve una mejor digestión.
· Haz 10 respiraciones profundas – Ese momento de relajación que nos da tomar aire garantiza un estado físico y mental para mejor digestión.
· Disfruta del olor de la comida – El simple acto de oler la comida activa tus glándulas salivales y prepara tu estomago para esa comida que estás por disfrutar.
Recuerda que la digestión inicia en la boca mientras masticas, no cuando la comida llega al estómago. Implementar estas prácticas toma tiempo y disciplina, pero definitivamente vale la pena.
Wrap up:
Créme, si hay una persona a la cual alguna de estas recomendaciones le resulta anti-natural es a mí. Sin embargo, luego de ponerlas en práctica, dejé de sentirme bloated como antes me pasaba casi diariamente. Siento que hago la digestión más rápido y necesito de menos comida para sentirme satisfecho.
Confesiones de un ex-gordito jartón.
¡Hasta la próxima!