Nutrición no es tan solo lo que comes. Parte 1

Hay muchas cosas de las cuales no recibimos suficiente educación. En el colegio deberían enseñarnos sobre finanzas personales, entender los impuestos y por lo menos cosas fundamentales de nutrición y todo lo que abarca un estilo de vida saludable. ¿De qué me sirven las integrales y derivadas si no sé siquiera cómo usar una tarjeta de crédito correctamente?

Por otro lado, en la nutrición hay tantas opiniones distintas que incluso quienes quieran informarse por sí mismos, abren una pestaña de Google y luego de 2 ó 3 búsquedas, probablemente terminen más confundidos que antes.

 Lo que busco con este tipo de contenido es compartirles lo que he aprendido en mis años en el terreno. Es difícil estar de acuerdo en todo con mis demás colegas de la industria; sin embargo, lo que les comparto hoy no puede debatirlo nadie.

 Tu nutrición va más allá de lo que comes

 Tus fuentes de comida, macronutrientes y balance energético son una parte importante de tu salud y composición física. Pero hay otros factores igual de, y en ocasiones más importantes que lo anterior.

 A la hora de hablar de nutrición, debemos tomar en cuenta todo lo que nos nutre:

Calidad del sueño: Debemos dormir 7-9 horas ininterrumpidas diariamente, a una temperatura agradable y en una habitación totalmente oscura y en silencio. Hasta la luz LED del aire acondicionado puede afectar nuestra calidad del sueño. Y ni hablar de las notificaciones que emiten sonidos e iluminación en tu teléfono.

 Este es un punto en el que personalmente tengo mucho que mejorar. Me levanto a las 5am a trabajar y me la paso non stop hasta las 8-9pm.  Por lo general me voy a la cama a las 11pm y apenas duermo 6 horas (a veces menos). A raíz de esto, he ido auditando todas mis tareas y qué tiempo me ocupan, para ir recortando las cosas que me hacen perder más tiempo y concluir con mi jornada más temprano. Te invito evaluar cómo puedes hacer tus días más eficientes y poder disfrutar de un sueño de calidad.

 Lo curioso del caso es que ese ciclo de dormir poco y trabajar muchas horas se hace interminable. Dormimos poco porque tenemos que trabajar muchas horas. Pero, ¿y si hacemos una reingeniería en la cual dormimos mejor, nos sentimos más sharp, con más energía, menos estresado y por lo tanto hacemos el mismo trabajo en menos horas?

Estrés: El  estrés hasta cierto punto es bueno. Si no tuviéramos estrés aún estuviéramos bailando el areíto con el resto de la tribu. Es parte de nuestro crecimiento en todos los aspectos. Los problemas surgen cuando el estrés es crónico. 

La mejor manera de entender el estrés la leí hace unos años:

 Mientras daba un seminario sobre manejo de stress, la joven caminaba alrededor del salón sosteniendo un vaso de agua. Todos suponían que por ahí venia la famosa pregunta “¿Este vaso está medio vacío o medio lleno?”. Los decepcionó a todos, pues en cambio, con una sonrisa preguntó: “¿Qué tan pesado es este vaso de agua?”  Miembros de la audiencia dieron respuestas desde 8 hasta 20 onzas.

 Ella respondió: “El peso absoluto no importa. Todo depende de por cuánto tiempo lo sostenga. Si lo sostengo por un minuto, eso no es problema. Si lo sostengo por una hora, me va a doler el brazo derecho. Si lo sostengo por un día completo, ustedes tendrán que llamar una ambulancia. En cada caso el peso es el mismo, pero mientras más tiempo lo sostengo, más pesado se hace.”

 Y así mismo es el estrés. Si cargamos con nuestras preocupaciones todo el tiempo, tarde o temprano estaremos aún más estresados y las preocupaciones se hacen sumamente pesadas hasta el punto en que no podremos continuar.  Al igual que el vaso de agua, tienes que soltar tus preocupaciones por un rato y descansar antes de cargarlo nuevamente.

 #SueltaElVaso

 A pesar de que el estrés es un hecho de vida, estar estresado no lo es. Sacar tiempo diariamente para poner a un lado los problemas, pensamientos y miedos que te causan estrés, mejora considerablemente tu habilidad para manejarlo.

 · Tómate un momento para respirar profundo desde tu diafragma. Hacerlo ayuda a oxigenar la sangre y te relaja de manera casi inmediata.  Hasta 90 segundos son suficientes para ver el efecto.

· Sal a caminar al aire libre por unos minutos. Deja que tu mente se enfoque en el momento, mira a tu alrededor y suelta los problemas por un momento.

· Aprende a decir que NO. Tratar de querer hacer demasiado y saturar la agenda es una ruta directa a más estrés. Establece límites razonables para ti y no negocies eso.

 No les hablo sobre esto porque lo leí en una revista bonita. Les hablo por experiencia propia. Estas son cosas que he tenido que poner en práctica para poder llevar la carga sin que ésta me aplaste en el intento.

Vivimos en una era sumamente competitiva. Todo aquel que quiera tirar pa’ alante tiene que estar dispuesto a trabajar duro y todo lo que eso conlleva. Pero para lograr eso tenemos que cuidar de nosotros. Tu cuerpo es el vehículo para manejar hacia allá y solo tienes ese. No hacemos nada con el carro lavaito’ y bien brilloso si el motor está a punto de fundirse.

 La próxima semana nos leemos nuevamente con la continuación de estos puntos.

 Mientras tanto… #SUELTAELVASO

Hamid Yaryura