8 Razones por las cuales no estas perdiendo peso.
Hay misterios incomprendidos para la ciencia, como qué está pensando tu mujer mientras camina los pasillos de Casa Cuesta si en tu casa hay de todo, o cómo resolveremos el asuntito del cambio climático; pero hay otras totalmente descifrables si prestamos atención. En esta categoría caen las razones por las que, a pesar de estar haciendo algunos esfuerzos, no estás perdiendo peso. Aquí las 8 más comunes:
1. Comes demasiadas calorías.
Esto es demasiado obvio. Sin embargo, aún hay personas que piensan que pueden comer lo que quieran siempre y cuando eviten los carbohidratos.
Ojalá funcionara así de fácil, pero incluso evitando los carbohidratos es bastante fácil comer de más en una dieta basada en proteínas y grasas.
Comer menos requiere de sacrificios. Por eso la gente siempre anda buscando una alternativa mágica. Good luck with that.
2. Estás buscando el Quick Fix y resultados milagrosos.
¿Cuánto tiempo te tomó ganar las libras que tienes de más? ¿Cuántos días comiendo de más? ¿Cuánta comida chatarra y food binges? ¿Cuántas veces faltaste a tus entrenamientos? O, más bien, ¿cuánto tiempo duraste sin entrenar en lo absoluto?
Si tiras los números, aproximadamente ese mismo tiempo tendrás que invertir para tener la condición física que deseas.
No hay quick fixes. Ese tipo de estrategias no funcionan y sólo verás un rebote ganando el mismo peso o incluso un poco más. La clave está en hacer cambios permanentes en tu estilo de vida.
La solución está en comer proteínas, carbohidratos y grasas de manera balanceada. Ningún macronutriente por sí solo es responsable de la ganancia de peso. De la misma manera, no existe ninguna comida mágica que hará tu grasa corporal desaparecer.
3. Comes demasiada grasa.
Las dietas keto están de moda nuevamente y muchos se dejan vender el sueño de que solo tienen que eliminar los carbohidratos y no hay nada más de qué preocuparse.
Lamentablemente, no puedes comer montañas de tocineta, mantequilla y aguacate y ripiarte mágicamente.
Créeme, si funcionara yo fuera el primero en montarme en ese tren.
Las grasas son de alta densidad calórica – 9 cal x 1 gramo para ser exacto. Más del doble de lo que contienen las proteínas y carbohidratos. Tal vez no quieres contar calorías, pero aun así ellas SI cuentan.
Con esto no le estoy tirando tierra a las dietas keto; definitivamente pueden dar resultados y en ocasiones las uso con mis clientes. Pero aun así, el control de porciones es vital.
Tampoco te confundas y pienses en eliminar las grasas por completo. Aproximadamente el 20-30% de tus calorías totales deben venir de fuentes de grasa saludables.
4. Comes demasiadas nueces.
Esto va de la mano con lo anterior. Los frutos secos tienen una gran reputación dentro de la salud, pero a la vez añaden un buen número de calorías al final del día.
Para que tengas una idea más aterrizada, 1oz de nueces tiene unas 165Kcals. Pero, además de eso, muy poca gente sabe comer solo 1oz. Cuando se habla de 1 puñado de nueces, debes ser capaz de tocar tus dedos al cerrar el puño, algunas 20 nueces. Sin embargo el “puñado” de muchos contiene mucho más. Si encima de eso esa acción de agarrar nueces cada vez que tienes hambre se repite 3-4 veces a lo largo del día, ¿cuantas calorías extra estás consumiendo?
Esa lata de nueces que alcanzas cada vez que sientes hambre está haciendo más mal que bien.
5. Comes a escondidas.
Y aquí vamos con la auto-cotorra de la semana pasada. Un bocao’ aquí, un bocao’ allí y como solo es un poco, asumes que no hará ningún daño. La realidad es que de chin en chin estas calorías se van sumando y eliminando el esfuerzo que haces comiendo bien el resto del tiempo.
El hecho de que no la pongas en Myfitnesspal o que lo hagas a espaldas de quienes se preocupan por tu progreso, no lo hace libre de culpa. You are only fooling yourself, my friend.
6. Tomas mucho alcohol.
En segundo lugar después de las grasas, el alcohol es el “macronutriente” de mayor densidad calórica. Lo pongo entre comillas porque a pesar de proveer calorías, no nos nutre de ninguna manera. Solo nos hace más divertidos y más atrevidos.
1g de alcohol contiene 7 Calorías.
1 Cerveza pequeña contiene alrededor de 150 Calorías.
1 Trago de Whisky contiene unas 140 Calorías.
1 Trago de Vodka contiene unas 130 Calorías.
1 Copa de vino contiene unas 120 Calorías.
¿Cuántos tragos tomas en una noche de parranda? ¿Con qué frecuencia tomas?
No pienso decirte que no tomes en lo absoluto. Definitivamente es algo que podemos disfrutar en moderación y forma parte de nuestra cultura. Pero si tu progreso se ha visto estancado, prueba cortar un poco el consumo.
7. Eres muy sedentari@.
El NEAT (Non Exercise Activity Thermogenesis) es un factor importante de las calorías que quemamos durante el día. Con esto me refiero a la actividad física que realizas fuera del gym y forman parte de tu cotidianidad.
Con el NEAT me refiero al tiempo que pasas de pie, cuando caminas de un lugar a otro, los gestos que haces al hablar, básicamente todo lo que implique mover tu cuerpo fuera de tu sesión de entrenamiento.
Una buena manera de medirlo es monitorear los pasos diarios. No necesitas ningún reloj ni dispositivo fancy. Hoy en día la mayoría de los teléfonos tienen podómetros integrados y puedes ver ese dato en cualquier momento.
Si, por ejemplo, estás promediando unos 2,000 pasos diarios, prueba duplicar ese número y verás un progreso más acelerado con ese cambio tan sencillo.
8. Los fines de semana cambias el chip.
Por lo general los fines de semana implican eventos sociales y actividades en donde queremos relajarnos más y ser más flexibles con nuestra alimentación. No hay nada malo en eso y, si sabemos manejarnos, nos da un balance necesario.
Sin embargo, para muchos cuando llega el fin de semana, es momento de cambiar el chip y entregarse a la maldad.
Si te identificas y reconoces que los fines de semana se te va la mano, prueba tomar mejores decisiones y tener un approach menos extremista.
El problema que veo con mayor frecuencia entre la gente es la mentalidad de “Si voy a romper la dieta voy a romperla bien”. Salen a comer pizza y tienen que comer la caja entera. Prueban helado y se meten la pinta completa. O peor aún, si hacen un desarreglo por la mañana, se quedan en esa mentalidad el resto del día comiendo todo lo que le pase por el frente.
La moderación no es divertida. Comer 1 cucharada del brownie a la moda no es tan placentero como comer el asunto entero. Pero esa indulgencia viene con un precio. El costo de esas decisiones es sentirte culpable al día siguiente y pasarte la vida en un ciclo de 1 paso adelante y 1 paso atrás sin ver progreso.
No cambies lo que te da satisfacción en el momento, por lo que quieres para ti a largo plazo.
Créeme, yo pase por ahí. Levantarte un lunes sin resaca moral, sin bloating y sintiéndote bien on your own skin sabe mejor que esos últimos pedazos de pizza que te comiste de gula.
¡Hasta la próxima!